Las Relaciones Afectivas


La evolución del amor
Ya estamos viviendo el último minuto anterior al nuevo ciclo planetario. Como a todo cambio lo precede un caos. Dentro de este caos estamos entrando en la oscuridad más profunda imitando a la naturaleza y lo que ocurre en la noche antes de la salida del sol.Se ha hablado mucho sobre este momento, se han predicho muchas historias, desde la antigüedad por diferentes profetas hasta hace muy poco tiempo. Hoy, los que estamos aquí, tenemos el privilegio de estar presenciando ese cambio tan hablado del que mucho se ha temido y también del que mucho se espera como la promesa de mejores tiempos.Se que puede ser algo escabroso transitar por el caos, e incluso, aunque no nos afectara directamente, puede ser doloroso ver alguno de sus procesos. Pero no debemos asustarnos, y en cambio debemos estar internamente preparados y firmes para sacar de este tiempo el mejor provecho en beneficio de nosotros, de nuestra evolución, y de la evolución del conjunto. No importa cuanto tiempo nos quede y hasta cuando veremos este proceso, pero sí la calidad de lo que aprenderemos y viviremos en él y de lo que dejaremos de aporte a los que seguirán después de nosotros.En este sitio vamos a referirnos, principalmente al amor, que no es poco, y en cambio podría decirse que es el motor principal de la humanidad.El amor ha sido lo que viene moviendo al mundo y por lo que hemos sido creados. Bien o mal, con errores lógicos de un aprendiz, el amor en sus distintas formas, desde el más egoísta hasta el más sublime, ha sido siempre el motivador de todo lo que viene sucediendo en la humanidad. Las palabras siempre van a resultar escasas para poder expresar cuanto abarca este sentimiento.Comenzaremos describiéndolo en las formas más conocidas hasta hoy.Primero hablaremos de Eros: Representa el sentimiento egoísta relacionado con el propio placer. Podemos encontrarlo en el niño pequeño cuando las primeras manifestaciones de este sentimiento se relacionan con el objeto que le brinda satisfacción y la persona que se lo aporta, en primer lugar su mamá.Es también la clase de amor adolescente, que comienza con el despertar sexual, y se dirige también hacia el objeto que le produce placer, ocurriendo en estas etapas que de algún modo las personas que nos provocan estos sentimientos, aunque no conscientemente se convierte para nosotros en objetos de necesidad. Por lo tanto la actitud hacia ese objeto-persona suele ser básicamente egoísta, y su duración e intensidad va directamente relacionado con el placer obtenido.Es también la fase del amor erótica de las parejas. Esto no quiere decir que este amor no pueda relacionarse con otro tipo de amor o trascender a otro tipo de amor más alto. No dejamos de querer a nuestra madre porque ya no nos alimenta, pero de alguna forma, en el amor que perdura en el tiempo, puede seguir el sentimiento egoísta de recibir.Este amor se ve trascendido cuando además de recibir queremos corresponder a las otras personas y podríamos acá hablar del amor filial denominado: Fileos.Es el amor que sentimos por nuestros parientes cercanos, padres e hijos, hermanos, etc. No deja de ser ciertamente egoísta ya que en esta clase de amor tenemos incluido el apego, es decir un sentimiento de posesión, en el cual, además de dar, esperamos ser correspondidos de determinada manera según nuestras necesidades personales y muchas veces no estamos pensando en la real necesidad del otro sino que las adaptamos a nuestras necesidades. Esto también suele ocurrir en las parejas.Como vemos estas son las clases de amor más comunes con las que se maneja la mayoría, y al estar empañadas de egoísmo producen en cualquier momento y en distintos niveles roces disgustos, reclamos, rencores, desacuerdos en general, resentimientos, etc. Aunque la mayoría no suelen darse cuenta e insisten en manejarse con esta forma de amor que aunque con muy buenas intensiones siempre terminan haciendo sentir mal a uno o a otros haciendo dependientes a las personas unas de otras, de manera enfermiza y coartando la libertad del ser.Tenemos otra clase de amor denominado Storge que está entre este y el nivel que sigue. Se trata de la amistad, donde el afecto puede ser igual o mayor que el anterior, pero deja más en libertad a las personas. A los amigos generalmente se les exige menos que a los parientes, se cuenta y se esta para ellos cuando sea necesario, y normalmente no se está pendiente de la devolución; aunque de todas maneras esperamos cierta respuesta que si no la obtenemos en el momento preciso, nos hace sentir desilusionados o pensar que la amistad no es tanta. Esta clase de sentimiento suele ser también parte muchas veces de las relaciones familiares y de las parejas. Es algo más elevada que la anterior en el sentido de que se espera menos y se está más dispuesto a dar. Pero todas ellas juntas están lejos del sentimiento elevado del amor llamado: Ágape.Hasta ahora se le llama así a la clase de amor puro y espiritual que se le prodiga a Dios o que se siente por el resto de los humanos cuando nos invade la compasión y solo queremos ayudar y dar a los demás sin importar si obtenemos una recompensa a cambio o tan siquiera un agradecimiento.Pero como todo evoluciona y es imposible que el amor no trascienda junto con el todo, hoy nos vemos en una situación que da la impresión de que el amor estuviera involucionando en lugar de evolucionar, Esto se debe a que igual que en todo lo demás se necesita una revolución, una vuelta completa, antes del orden. A pesar de esto se percibe ya aun dentro de ese caos el principio del nuevo orden del amor. Vemos que la familias se desmoronan, que las parejas no duran juntas, y que el estilo de vida aparentemente va en detrimento de las relaciones afectivas. En este momento los cambios están ocurriendo cada vez más rápido. Son muchas las cosas que se están reordenando. Comenzando por cada uno y el reordenamiento personal que es sumamente necesario e imprescindible para poder reordenar todo lo demás.Estamos aprendiendo a amarnos a nosotros mismos, a valorarnos como seres individuales a ubicarnos en este nuevo orden a ser más auténticos y completos, lo que hace que nos sintamos muchas veces incómodos con el entorno, con los viejos cánones que ya caducan, que por una parte sentimos que hay que dejar atrás, por otra aun nos cuesta hacerlo y todavía no tenemos claro del todo que es lo que queremos hacer y hacia donde vamos exactamente. Tal vez si tengamos clara la idea de algo general que queremos para nuestra vida, pero nos pueden faltar los elementos que necesitamos ya que aun no se ha asentado el tiempo.Por esto es importante no desesperar, tratar de comprendernos, de comprender a los demás que están en el mismo caos que nosotros y concentrarnos en el amor desde nosotros mismos sin ofuscarnos tanto por como nos aman o si nos aman los demás.El amor del nuevo tiempo es lo más parecido al denominado ágape pero no dirigido solo a Dios en el cielo, ni solo a los que necesitan compasión, sino a lo divino en los otros y en nosotros mismos. Los afectos en el nuevo tiempo deben de ser inegoístas más amplios, más espirituales. Se trata de un amor que permite y ayuda a evolucionar no de un amor que pide sino de un amor que da, que acompaña, que alimenta, que enaltece. Un amor así compartido por personas que sienten de la misma manera no necesitará de reclamos porque todos darán lo que tiene que dar.Puede parecer hoy una utopía, pero muchas personas ya lo están sintiendo y manifestando. Tal vez no se vea en todo su esplendor porque solo se vera de esa manera cuando sean muchos los que lo sienten y lo practican. Pero esto no impide que el que hoy lo sienta lo pueda practicar y lo trate de transmitir, ya que esta es la manera en que se ira expandiendo esta forma de amor.Es hermoso cuando alguien se encuentra a si mismo y puede comenzar a manifestar esta clase de sentimiento. Más hermoso aún cuando este alguien se encuentra con otro en esta misma situación y suman sus sentimientos para expandirlos hacia otros. Más maravilloso aún cuando comienzan a encontrarse unos a otros y así verificar que ya no son tan pocos los que comienzan a descubrir esta nueva clase de sentimiento.Todas las separaciones, perdidas, angustias, resentimientos, soledades, los dolores antiguos del amor, y los que todavía están pasando por estos procesos están reaccionando sin saberlo a la influencia de este nuevo sentimiento. Ya no vale resignarse, quedarse con lo malo conocido por no atreverse a enfrentar los cambios.Todos tenemos derecho a la evolución del amor. Vale la pena el esfuerzo de crear los cimientos para luego obtener la satisfacción de sentirnos en nuestro hogar.Hoy más que nunca estamos caminando hacia el bello sueño del dulce hogar, del verdadero amor, del amor universal.Caminemos juntos sin miedos y seguros de que nos espera un futuro mejor y que los próximos llegarán a un mundo mejor orientado y más avanzado.Por fin haremos honor a la famosa frase: "Amaos los unos a los otros"El amor lo es todo sin el seriamos seres peligrosos
Escrito por Lourdes gonzalez


Hacia un amor maduro



todos nos ha pasado alguna vez que al comenzar una relación de pareja, las
virtudes de nuestro nuevo compañero son exaltadas en su máxima potencia.
Vivimos pendientes de él o ella, arrojamos fuera de nosotros cualquier conversación
interna que no esté vinculada a nuestro enamorado, compramos regalos, cambiamos
de vestuario, de peinado, de dietas; frecuentamos menos a nuestras amistades, y
agotamos todo nuestro tiempo en recordar y evocar el próximo encuentro.

Todo gira alrededor de ese nuevo “ser” magno que parece reflejar la exactitud
de nuestra búsqueda, la pieza perfecta que encaja en nuestro rompecabezas.

Conforme pasa el tiempo, las cosas comienzan a cambiar. Por alguna extraña
razón, ya no vemos en nuestra pareja los mismos colores, brilla menos, hasta a
veces parece volverse opaco, y los amigos comienzan a ocupar un nuevo lugar en
nuestras vidas: son los oídos que prestan atención a lo que nos sucede en el
terreno amoroso.

Los pies fríos sobre nuestras piernas que antes queríamos abrigar, ahora,
fastidian, los encuentros se reducen a saludos convencionales, el invierno se
ha instalado entre nosotros y nadie se atreve encender la chimenea.

La mayoría de las parejas pasan por estas fases, por este tobogán de emociones,
comienzan en la cima, durante el enamoramiento, con un descentramiento del YO
que nos hace perder la noción de quienes somos, y de quién es el otro y 
en este proceso “nuestra pareja” es lo que nosotros queremos ver. Más tarde, la
pasión serena sus aguas y da paso al Amor, un sentimiento profundo; diferente
al enamoramiento, que es simplemente un estado de ilusión que nos permite
acercarnos sin defensas al OTRO.

Pero este segundo peldaño en la relación no es menos poderoso que el primero,
por el contrario, es el más agudo y complejo; sin embargo muchas veces
descuidado.

En distintos escenarios cotidianos se pueden escuchar voces de hombres y
mujeres reclamando la falta de “cariño, comprensión, escucha, tiempo” de sus
parejas. Los encuentros sexuales que en el pasado eran una fiesta, en la
actualidad son esporádicos u obligaciones, se han perdido las “ganas”, lo mismo
que ayer era propio, hoy es ajeno.

¿Qué ha sucedido? ¿Hemos dejado entrar a nuestro vínculo a ese crucial huésped
que llaman rutina? ¿Cómo se ha infiltrado en nuestra intimidad? ¿Por qué
suceden estas cosas? ¿Acaso no seríamos felices y comeríamos perdices como en
los cuentos?

En la mayoría de los cuentos, el tiempo es una constante variable, que es
vivida como tal por el autor, pero en la vida real, los protagonistas le
asignan al tiempo un carácter atemporal, eterno; donde siempre hay tiempo para
perderlo o postergar, que es en otras palabras lo mismo.

Las parejas compran esta creencia y se adentran a caminar en forma automática,
prometiéndose en cada milagroso y fugaz despertar, que al día siguiente harán
algo distinto para recuperar “la chispa” pero esas son sólo bonitas ideas. Lo
cotidiano tira más que el deseo que hacer algo diferente.

Ese OTRO que hemos elegido, se ha vuelto parte de nuestro andar, tan común, tan
conocido, tan previsible, que nos damos el gusto de perder la capacidad de
asombro y la de asombrarnos. Está ahí cocinando o tal vez mirando televisión. Y
estamos seguros de que ahí se quedará, que si decide irse, será tan sólo unos
metros, que regresará siempre; construimos certezas que nos hacen perder la
necesidad de cuidar lo conquistado, porque ya es nuestro.

Y la Rutina se establece como amo y señor de nuestro presente. Pero ¿qué es la
rutina? ¿Es algo externo que como una bacteria  viene a contaminar el
lazo? 

La rutina no es más ni menos que el desinterés con el que elegimos
relacionarnos. El descuido que empeñamos en comunicar; el desdén con el que
tratamos lo que amamos. La falsa seguridad que experimentamos, “ya tenemos lo
que queremos”, nos hace cometer el mayor de los errores: La desidia.
Nos relajamos absurdamente, bajamos nuestras guardias, y dormimos sobre los
laureles.

No es un hecho que debamos perder lo que tenemos para saber su valor, podemos
reconocerlo aún teniéndolo. Todo es cuestión de compromiso, éste último
entendido como la capacidad de elegir algo, declarar que eso queremos para
nosotros y hacer que eso ocurra en el momento que dije que ocurriría.
Descuidar a quien a amamos, es de alguna manera una forma de romper un acuerdo
con nuestra propia elección, es olvidarse que en algún tiempo lo elegimos para
nuestra vida.

La invitación es a despertar, a recordar que ese OTRO que está a nuestro lado,
está ahí porque nosotros quisimos que así fuera, y si eso  fue hecho del
corazón, ¿por qué ahora, hay momentos en los que nos parece extraño? No ha
dejado de ser su esencia, nuestros lentes se han empañado por la indiferencia;
salir a buscar fuera de la pareja la “novedad” no resolverá el conflicto de la
“rutina”. La cotidianidad es nuestro modo de operar y relacionarnos.

Hasta que no sepamos observar esto, todo carecerá en algún punto de sentido. La
búsqueda será eterna, y nada resultará satisfactorio. La vida que queremos está
en nuestras manos; ¿Pero qué hacer de distinto para que Cupido no se vengue de
nosotros? Gran pregunta, simple respuesta, aunque no fácil de practicar.

Lo primero que propongo es “aprender a desaprender” todas aquellas creencias
que vivimos como certezas en relación al amor y que nos convierten en un
“observador inocente e ingenuo”, me refiero a toda esa sucesión de dependencia
a la que estamos acostumbrados desde pequeños. Canciones de amor de apego,
desilusión, sacrificios, novelas de traiciones, infidelidades, rechazo, amantes
humillados gozosos del insulto, perdones a medias, locura, suicidio. Nada de
esto tiene que ver con el Amor. Al menos, no con su esencia. Esto es lo que
supimos conseguir. Lo que creímos, aprendimos, compartimos. Pero existe una
clase de Amor, tal vez, menos digna de inspiración para los poetas; pero mucho
más digna para la fragilidad de la vida que sostenemos: Es el Amor Maduro.

La cabal comprensión de que cuando me enamoro de alguien inicio un proceso de
aprendizaje rico en experiencias; que somos dos al encuentro, con todo lo que
implica “dos”, que lejos está de similitud, y muy cerca de variedad.

El primer tiempo como anteriormente lo describí, es un torbellino fugaz y necesario, para que
las corazas con las que actúo en el mundo se flexibilicen y dejen entrar a ese
“extraño” a mi vida; sin ese permiso el encuentro sería casi imposible; la
mayoría de las veces los hombres rechazan sistemáticamente lo diferente. Luego,
cuando la marea se retira florece el sentimiento. Lo de antes era una pasión.

Cuando uno genera una relación madura de amor, la pareja es un punto importante
en la vida del individuo pero no es la vida en sí misma. Cada uno tiene su
poder personal, sus sueños, sus metas, sus pensamientos, cada uno es frente al
otro: un mundo, un misterio; que se encuentran, y que coinciden. En el amor
maduro, el individuo crece como persona, la relación es un espacio de
aprendizaje, y experiencias, una oportunidad para desarrollar las fortalezas, y
aceptar las debilidades. Caminar de la mano de un amor maduro, abre las puertas
del autoconocimiento y la empatía. Desarrolla nuestras habilidades sociales y
nos predispone al desarrollo de nuestra inteligencia emocional. El encuentro
con ese otro nos ilumina, nos recuerda que para amar, primero debo experimentar
en y hacía mí ese sentimiento; cuando eso sucede, lo que comparto es amor,
autenticidad y honestidad. Compartir es una forma de multiplicar lo que
tenemos. Sólo compartiendo podemos extender la luz que somos.

Autora:
Chuchi Gonzalez








 Para profundizar sobre esta tematica dirigirse a nuestro grupo:

2 comentarios:

Ingrith dijo...

Hola amigos, por aquí visitandolos,y extrañando la pagina, bueno ya encontraremos algo donde vivir, Nómadas!
Hoy quiero compartir una parte de mi propia historia de vida:
Yo le llamo "cuando nos descuidamos", "cuando perdemos el Timón propio"...
Me paso la vida de aquí para allá, envuelta entre mi propia experiencia y las de otros, me fui metiendo, metiendo ,mas y mas en ayudar a resolver las historias de otros, a eso me dedico, doy soporte espiritual cuando es necesario absorvio tanto el trabajo y la vida misma, que me olvide de vivir...me olvide de mi!. ni cuanta me había dado en que momento la negatividad entro se instalo ,hizo camping en mi espíritu siempre alegre y lleno de energía positiva!...... me convertí sin darme cuanta en una mascara de "atención a el cliente".
precisamente ayer me senté en el baño y en la canasta de mis revistas tenia uno de los libros que yo misma escribí!. tome el mas pequeño y estaba abierto en la pagina que decía:" si desea una relación de armonía en casa o en su trabajo, actúa como si lo que deseara materializar en estas personas ya hubiese sucedido..lo que espera de sus relaciones de pareja,hijos, familiares, compañeros de trabajo,jefes,usted mismo lo puede hacer realidad, debe inspirarse en los resultados armoniosos, no en los negativos.
Quejarse todo el tiempo de lo que los hijos no están haciendo bien es un error,esperar convencidos de que las personas a nuestro alrededor estarán en la misma sintonía de armonía que usted desea en su vida!trate a los demás como si ya ellos estuvieran haciendo y actuando positiva-mente, no se enfoque en sus errores únicamente, vea lo bello en lo malo, vea lo bueno en las dificultades!..........exactamente todo lo contrario de lo que yo estaba viendo en este momento de mi vida!..... estaba tan distraida que no había notado que el agotamiento mental y fisico me estaba poniendo en un lugar de inconsciencia espiritual y personal.
Estaba atacando a la gente que mas amaba sin siquiera notarlo. hundida hasta el cuello en los problemas que yo misma había creado!... por inconsciencia, por distracción, MORALEJA:
NO PODEMOS DORMIRNOS CON NUESTRAS PROPIAS EXPERIENCIAS DE VIDA!. lo mas importante es estar alertas, no dejarnos arrastrar por lo que hemos estado haciendo toda la vida... creando circunstancias adversas, viviendo en todos lados menos en le presente!....debemos enfocarnos en nuestro propio plan de vida, sin importar lo que hagamos para vivir.
No hay excusas, he aprendido una lección mas hoy!.... gracias por leer mi experiencia de el día hoy... los animo a contar las suyas, aprendemos cada día de todos..

Ingrith dijo...

Hola amigos, por aquí visitandolos,y extrañando la pagina, bueno ya encontraremos algo donde vivir, Nómadas!
Hoy quiero compartir una parte de mi propia historia de vida:
Yo le llamo "cuando nos descuidamos", "cuando perdemos el Timón propio"...
Me paso la vida de aquí para allá, envuelta entre mi propia experiencia y las de otros, me fui metiendo, metiendo ,mas y mas en ayudar a resolver las historias de otros, a eso me dedico, doy soporte espiritual cuando es necesario absorvio tanto el trabajo y la vida misma, que me olvide de vivir...me olvide de mi!. ni cuanta me había dado en que momento la negatividad entro se instalo ,hizo camping en mi espíritu siempre alegre y lleno de energía positiva!...... me convertí sin darme cuanta en una mascara de "atención a el cliente".
precisamente ayer me senté en el baño y en la canasta de mis revistas tenia uno de los libros que yo misma escribí!. tome el mas pequeño y estaba abierto en la pagina que decía:" si desea una relación de armonía en casa o en su trabajo, actúa como si lo que deseara materializar en estas personas ya hubiese sucedido..lo que espera de sus relaciones de pareja,hijos, familiares, compañeros de trabajo,jefes,usted mismo lo puede hacer realidad, debe inspirarse en los resultados armoniosos, no en los negativos.
Quejarse todo el tiempo de lo que los hijos no están haciendo bien es un error,esperar convencidos de que las personas a nuestro alrededor estarán en la misma sintonía de armonía que usted desea en su vida!trate a los demás como si ya ellos estuvieran haciendo y actuando positiva-mente, no se enfoque en sus errores únicamente, vea lo bello en lo malo, vea lo bueno en las dificultades!..........exactamente todo lo contrario de lo que yo estaba viendo en este momento de mi vida!..... estaba tan distraida que no había notado que el agotamiento mental y fisico me estaba poniendo en un lugar de inconsciencia espiritual y personal.
Estaba atacando a la gente que mas amaba sin siquiera notarlo. hundida hasta el cuello en los problemas que yo misma había creado!... por inconsciencia, por distracción, MORALEJA:
NO PODEMOS DORMIRNOS CON NUESTRAS PROPIAS EXPERIENCIAS DE VIDA!. lo mas importante es estar alertas, no dejarnos arrastrar por lo que hemos estado haciendo toda la vida... creando circunstancias adversas, viviendo en todos lados menos en le presente!....debemos enfocarnos en nuestro propio plan de vida, sin importar lo que hagamos para vivir.
No hay excusas, he aprendido una lección mas hoy!.... gracias por leer mi experiencia de el día hoy... los animo a contar las suyas, aprendemos cada día de todos..